FELISA MARTINEZ RUS
La pintura de Felisa es entrañable y acogedora
La cañada
Guarda silencio
las agua
del Regajo
del Toril.
Y el
palafrén de su corriente
no despliega
en su camino,
rizos de
espumas en su crin.
Que ya no
abrazas las rocas
todo es
silencio en tú cauce,
que solo
queda añoranza
camino de
los Morales.
Sus aguas
vestidas de luto
enterradas
allí yacen.
Entre ruinosa
tumba de piedras
se escucha
desde su entraña
las lagrimas de voz dolida,
que el viejo
regajo guarda.
Y en su
liquida alma vencida
enterrado su
orgullo sangra
VIEJO CERROJO
Esos azules nazaríes
reducido a geometría
de maderas desgastadas
y oxido enmohecidos.
Son como tus ojos, cerrojos
que a mí me tienen cautiva
y envolvieron en el tiempo
la vehemencia de tus celos
cerrojo, llave y cadena
entre azules silencios.
Mar de amor
Mis remos son tus dos ojos,
mi barca es, tu mirada.
Yo soy el mar bravío
y galerna en tu ensenada
No hay faro, ni farero
que a mi barca detenga.
Prefiero morir encallada
que vivir en mar abierta
Surco tu cuerpo entre olas
y escucho gemir mi barca,
cuando tu cuerpo azota
con olas de amor mi alma.
LOS PAISAJES
DE MI PADRE
Donde el
viejo árbol se inclina
dando sombra
en el camino
se quedan los recuerdo
Recuerdos
entre pinceles
de óleo y
trementina
lleno de
otoños dorados
donde las
tardes declinan.
Recuerdos de
esa niñez
con timidez yo
esbozo
acariciando
orgullosa
tus
pinceles, tus dibujos…
En esté fugaz
reencuentro.